Salud sexual y prevención en parejas abiertas o poliamorosas

Las relaciones abiertas y poliamorosas se están convirtiendo en una opción cada vez más visible y aceptada en la sociedad actual. Estos modelos no monógamos ofrecen nuevas formas de vivir y explorar la sexualidad y el placer, pero también presentan desafíos relacionados con la salud sexual y la prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Por eso, es fundamental adoptar prácticas responsables, seguras y consensuadas, que garanticen el bienestar de todas las personas involucradas.

En las relaciones no monógamas, la comunicación abierta, el respeto por los límites y el cuidado de la salud sexual se convierten en pilares fundamentales para mantener una relación sana y equilibrada, sin riesgos para las personas involucradas. Aquí te compartimos algunas claves para mantener una buena salud sexual en este tipo de relaciones.


1. Comunicación abierta y acuerdos claros

La comunicación constante es esencial en cualquier relación, pero es aún más importante en relaciones abiertas o poliamorosas. Para garantizar la salud y el bienestar de todos los involucrados, es necesario establecer acuerdos claros sobre las expectativas, deseos, límites y la prevención de riesgos. Las personas deben sentirse cómodas para hablar sobre sus necesidades sexuales, compartir preocupaciones sobre la salud y asegurarse de que todas las partes estén de acuerdo con las prácticas y medidas preventivas.

Además, establecer reglas claras sobre el uso de protección, la realización de pruebas de ETS y la transparencia en la comunicación pueden ayudar a reducir el riesgo de malentendidos y de situaciones incómodas.


2. Uso de protección: el condón como aliado esencial

Independientemente del modelo relacional que se practique, el uso de protección es un paso crucial para prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS). En relaciones abiertas o poliamorosas, donde puede haber contacto sexual con múltiples personas, el condón es uno de los métodos más efectivos para reducir el riesgo de contagio de ETS.

Además, no solo los condones para penetración son necesarios; también se deben considerar protectores bucales para sexo oral, lo cual reduce el riesgo de infecciones. La clave es hacer del uso de protección un hábito en todas las interacciones sexuales, con independencia de la relación que exista con la otra persona.


3. Realización de pruebas periódicas de ETS

Las pruebas de ETS deben formar parte del cuidado regular de todas las personas que estén involucradas en una relación abierta o poliamorosa. Aunque no presenten síntomas, es importante que se realicen chequeos de salud sexual periódicos para garantizar la salud de todes. Al realizar estas pruebas, las personas pueden detectar infecciones de manera temprana, lo que facilita su tratamiento y evita su propagación.

Es fundamental que las personas sean abiertas y honestas con sus resultados y acuerden cómo compartir esta información con sus parejas sexuales para mantener la confianza y la seguridad dentro de la relación.


4. Apoyo emocional y gestión de celos

El bienestar emocional es otro aspecto clave en las relaciones abiertas y poliamorosas. Aunque el aspecto sexual suele ser el foco principal, el manejo de las emociones, especialmente los celos y la inseguridad, juega un papel fundamental en la salud de la relación. Las personas deben sentirse apoyadas en su proceso emocional y ser capaces de expresar sus sentimientos sin temor a ser juzgadas.

Una buena comunicación y el establecimiento de límites saludables pueden ayudar a gestionar los sentimientos de celos y otras emociones que puedan surgir. También es esencial estar dispuestas a brindar apoyo emocional a nuestras parejas y fomentar un ambiente de empatía y comprensión mutua.


5. Educación sexual inclusiva: el camino hacia relaciones saludables

La educación sexual inclusiva es esencial para mantener relaciones saludables y respetuosas en contextos no monógamos. Ser consciente de las diversas identidades de género y orientaciones sexuales que existen en nuestras relaciones, y tener claro el concepto de consenso, es vital para la creación de un ambiente de respeto y confianza.

En este contexto, es importante también entender que la sexualidad es diversa y que todas las personas tienen derecho a explorarla de manera segura, libre de juicios. La educación inclusiva ayuda a derribar tabúes y a proporcionar información sobre cómo cuidar la salud sexual sin miedo ni vergüenza.


Conclusión

Mantener una buena salud sexual en relaciones abiertas o poliamorosas requiere de una comunicación clara, el uso responsable de protección, y un cuidado constante de la salud a través de pruebas periódicas de ETS. Además, es fundamental estar consciente de la importancia de una educación sexual inclusiva y de la gestión emocional dentro de la relación. Con estos principios, es posible disfrutar de una vida sexual saludable, satisfactoria y segura para todas las personas involucradas.